Libro: Gustav Mahler o el corazón abrumado. Arnoldo Libermann

Gustav Mahler, o, El corazón abrumado

by Arnoldo Liberman
Publicado en 1982, Altalena (Madrid)

 

 

          “...A todo esto, ha llegado Johannes Brahms a Budapest. Dos amigos de Mahler (Hans Kössler y Victor von Herzfeld) deciden invitar al maestro Brahms a una representación mozartiana dirigida por Mahler. Brahms comienza por hacer oídos sordos: “Jamás he asistido a una buena representación de Don Giovanni y prefiero releer yo solo la partitura. ¿Por qué no instalarnos en un café a beber buena cerveza Pilsen?” Los dos amigos hacen como si caminan hacia un café junto a Brahms y en realidad dirigen sus pasos hacia la Ópera. Una vez allí inician una maniobra seductora: “Vea sólo el comienzo de la representación. En el palco tendrá usted un confortable sofá para dormir.” Brahms temina por aceptar. Los dos amigos se instalan en la primera fila del palco y el gran músico se tira sobre el sofá trasero. En la obertura Brahms hace algunos gestos de aprobación. Poco a poco se va interesando y en un momento, pleno de entusiasmo, exclama. “¡Excelente, admirable!... ¡qué diablo de hombre!” En el entreacto va a saludar a Mahler y lo abraza efusivamente diciendo “Jamás he oído una mejor ejecución de Don Giovanni...”

 

 

         Cuando Mahler mostró a su mujer Alma el inicio de su cuarta sinfonía al piano, éste le dijo “Haydn lo abría hecho mejor” a lo que Mahler contestó “Celebro que vayas a vivir lo suficiente para cambiar de opinión”.

 

          “...Dos veces (en el estreno de su Cuarteto de cuerdas nº1 opus 7 y en el de Sinfonía de Cámara) Schönberg fue defendido por Mahler ante la hostilidad del público y de los críticos. Hizo acallar al público y cuanto más agresivo éste se ponía, más Mahler aplaudía hasta que el último de los perturbadores se había retirado...”. Mahler: “Yo no entiendo la música de Schónberg, pero él es joven y tal vez tiene razón...” ¡Que grande, Mahler, qué grande eres!

 

              Éstos y otros muchísmos aspectos de la vida de Gustav Mahler y otros compositores, las encontramos en este espléndido libro que narra los sentimientos, genialidades, vicisitudes y etapas de la vida de este gran compositor: Cómo intentó burlar el fatídico destino de la imposibilidad de los grandes compositores (Beethoven, Schubert, Bruckner) por escribir más de nueve sinfonías, truco que no acabó realmente de salir bien, pues la que numeró como décima quedó inconclusa por su muerte; su relación con otros compositores como Schoenberg, Lizst, Wagner y otros tantos; sus trabajos, suertes y desgracias, su condición de judío...

 

        El libro está dividido en cuatro movimientos, cuatro grandes leitmotivs que recorren todos los aspectos relacionados con Mahler. Sinceramente, en varias ocasiones el primero de estos capítulos ha postergado en el tiempo la lectura del libro entero. Han sido diferente intentos de leer el libro hasta poder terminar esta primera parte. El motivo es que básicamente habla de emociones, a través de emociones y con una narración llena de emociones... Es grande el amor de Arnoldo Liberman por Gustav Mahler, lo que provoca un enorme torrente de escritura fervorosa, que para mí, es difícil de comprender a no ser que el lector comparta por entero sus sentimientos con el autor.

 

        Sin embargo, a partir de aquí, el libro se vuelve corto por la belleza del relato y la maestría con que lo narra. Duele en el alma llegar a sus últimas páginas. La narración no sólo describe metódicamente, pero con agilidad y de forma atractiva, la vida de Mahler, si no que además discretamente nos muestra la vida de otros muchos músicos, compositores, directores y gente relacionada con el arte.

          Estos tres capítulos últimos merecen mi más rendida admiración. Te muestra desde los más pequeños detalles de la personalidad de Mahler, hasta los grandes cambios filosóficos, estéticos y artísticos de la época en la que vivió. Vemos sus genialidades, sus emociones, sus defectos, sus éxitos y fracasos sociales y musicales, sus dilemas, sus convicciones... Nos presenta al hombre y al artista, cosa muy árdua tratándose de cualquier gran creador. Podemos comprender a Gustav Mahler a través de su narración, con lo que creo que el autor logra su propósito más íntimo.

 

        Verdaderamente recomiendo leer este libro por el conocimiento que aporta y su fácil lectura en la mayor parte de su contenido. Termino con las palabras de Libermann:

          “Mahler enrigueció mi vida: razón suficiente para hablar de él. Pero más aún, estoy seguro que mi vida sin su Novena hubiera sido otra y distinta.”

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